Monteverdi
Este madrigal a cinco voces de Claudio Monteverdi ofrece un contenido erótico evidente: las voces se exaltan al recorrer los lugares del cuerpo hasta una explosión sonora y sensible, cuando se extinguen uno en los brazos del otro. La armonía de la composición ofrece escalas ascendentes y descendentes acordes a los momentos amorosos hasta el clímax.